La zarzaparrilla (Smilax aspera) es una liana punzante que puede hacer impenetrable el encinar. Son muy características sus hojas acorazonadas, con nervios paralelos y algunas espinas poco aparentes en el margen, a menudo variegadas. El tallo voluble posee más espinas, muy vulnerantes cuando uno se enreda en ellas. La zarzaparrilla es una especie dioica. Las flores aparecen en racimos a principios de otoño. Tienen un perianto de 6 tépalos blancos y, alternativamente según si se trata de un pie macho o hembra, 6 estambres o un solo pistilo. Estas flores desprenden un olor dulce y potente, de miel, que atrae a las abejas (Apis mellifica). El fruto que copiosamente producen los ejemplares femeninos es una baya roja que se encuentra en los meses de noviembre y diciembre.
La zarzaparrilla es una planta de distribución mediterránea. Es muy abundante en la parte sur de la comarca de Bages, pero se hace rara a medida que vamos hacia el norte, muy probablemente limitada por el frío, hasta desaparecer por completo en el límite comarcal. La zarzaparrilla vive en el interior de encinares y también en las maquias de degradación del encinar y en los coscojares.
[fotos Jordi Badia (1ª, 2ª, 3ª y 4ª), Marta Queralt López Salvans (5ª) y Florenci Vallès (6ª)]