La mosca soldado negra (Hermetia illucens) es una mosca originaria de América que se ha extendido gracias a la aplicación de sus larvas en el compostaje de materia orgánica residual del cual se obtiene, además de compost fertilizante, proteína animal para alimentación. Hemos visto la mosca soldado negra subespontánea también en Manresa.
Entre todas las especies de dípteros que habitan la Tierra, el grupo que incluye todo tipo de odiosos mosquitos, moscas y tábanos que nos causan picaduras dolorosas, enfermedades y miasis, que degradan alimentos almacenados, que dispersan bacterias fecales y que ocasionan plagas en los cultivos y perjuicios miles, salvaríamos como beneficiosa quizás únicamente a la mosca soldado negra.
El adulto –que muestra la imagen- es una mosca alargada de unos 15 mm, negra exceptuando el blanco del extremo de las patas. Imita el aspecto de una avispa intimidante con las antenas largas y planas reforzando el parecido, aunque no tiene su cintura estrecha. Son muy característicos sus ojos grandes, laterales, de color violeta con un reticulado ancho de tono gris. Las piezas bucales están atrofiadas, con lo que el adulto no come ni pica, se limita a buscar pareja y a cumplir con las obligaciones de la reproducción. La hembra pone los huevos en una ranura próxima a materia orgánica en descomposición. En la cara interior de la tapa de los cubos de compostaje suelen pegarse trozos de cartón ondulado en los que las hembras puedan poner los huevos. El adulto vive solo alrededor de una semana. No tiene por costumbre entrar en las casas.
Los huevos eclosionan a los 4 o 5 días de la puesta. De cada uno de ellos nace una pequeña larva que, si todo va bien, crecerá hasta los 15-18 mm. La larva posee la forma característica de las larvas de mosca: un cuerpo blando y segmentado de color beige claro, sin patas y con una cabeza prominente. Al contrario que los adultos, las larvas comen lo que no está escrito. Una vez alcanzan su tamaño máximo, el instinto de pasar a la fase de pupa las impulsa a buscar un cobijo elevado. El hecho se aprovecha para disponer en el interior del compostador tubos inclinados o rampas por los que las larvas crecidas ascienden hasta caer en el bote recogedor. El color se oscurece en la fase de pupa. La presencia de larvas de mosca soldado negra en las basuras previene la aparición de otras moscas indeseadas.
A pesar de haberse popularizado los sistemas domésticos de compostaje mediante el gusano rojo californiano (Eiseria foetida), la mosca soldado negra es más rápida en la descomposición de materia orgánica, tolera mejor sustancias resultantes de la descomposición como el alcohol o el amoníaco y, principalmente, convierte basuras en alimento proteico adecuado para muchos animales domésticos, en particular para peces y aves de corral, y también para nosotros los humanos a pesar de no existir la tradición cultural de consumir estas larvas. Solamente en tiempo muy frío o cuando los residuos de entrada son vegetales muy celulósicos, los gusanos rojos superan en eficiencia a las larvas. Los compostadores con ambas especies no funcionan porque las secreciones de una población alta de larvas de mosca soldado negra evitan que prosperen los gusanos rojos o cualquier otra especie animal.
Los huevos y las larvas de mosca soldado negra se comercializan para el inicio del compostaje en cubos domésticos.
[foto Jordi Badia]