El escarabajo errante (Ocypus olens [= Staphylinus olens]) es seguramente el escarabajo más frecuente, y sin duda el más conocido, de la familia Staphylinidae. Posee un cuerpo alargado de hasta 2,5 cm, de color negro mate y uniforme excepto en las antenas y las potas donde transluce un cierto matiz caoba. La cabeza es grande, redonda, potente y armada con un par de mandíbulas a guisa de pinzas, el tórax cubierto por el pronoto parece ser una segunda cabeza y el abdomen alargado se muestra casi totalmente porqué los élitros, como es característico de la familia Staphylinidae, son muy cortos. Este abdomen expuesto no es blando y vulnerable, sino que está protegido por un tegumento reforzado.
El escarabajo errante es un depredador que por la noche ataca otros insectos y gusanos mayores que él mismo. A la mínima ocasión adopta una postura amenazadora con la punta del abdomen levantada y las mandíbulas abiertas, como si se tratara de un escorpión de una hormiga del género Crematogaster. Sus mandíbulas pueden morder con fuerza. Y la punta del abdomen tampoco es completamente inofensiva; no posee aguijón, pero sí unas glándulas que secretan una sustancia repelente de olor química. Con esta postura extravagante puede correr como poseído; entonces se hace difícil reconocer a un escarabajo en este bicho encolerizado. Vive en todo tipo de ambientes donde encuentre hojarasca o piedras para refugiarse, por igual en espacios naturales que en los humanizados.
[foto Jordi Badia]