El boleto bronceado (Boletus aereus) es una de las especies perteneciente al género Boletus, conocidas en conjunto como boletos. El boleto bronceado crece en alcornocales sobre suelo silícico – en catalán se denomina “sureny” o “siureny”, derivados de “suro” o “surera” que designan al alcornoque-, aunque además de asociarse con alcornoques también puede hacerlo con encinas y con robles. En Cataluña se encuentra preferentemente en las comarcas litorales de la provincia de Girona, mientras que en la Cataluña Central es muy raro. A pesar de ser una seta muy apreciada, no tiene tradición entre los recolectores de setas de las comarcas centrales de Cataluña porque encontrarla en sus bosques es excepcional.
El boleto bronceado es una seta de cuento. Tiene un sombrero robusto, hemisférico, de hasta 20 cm de diámetro al finalizar su crecimiento, con la cutícula de color marrón oscuro o castaño de un tono mate y aterciopelado. Por debajo posee una esponja de tubos blancos o de un blanco grisáceo que terminan en poros finos e igualmente blancos. El pie es obeso en su mitad inferior, en los ejemplares jóvenes incluso más ancho que el propio sombrero, y de un tono marrón más pálido que el de la cutícula del sombrero. En conjunto, Boletus aereus luce un bello bronceado que justifica los nombres populares de boleto bronceado en español, “cèpe bronze” en francés y “bronze bolete” en inglés. Su carne es consistente y blanca, sin que cambie el color al contacto con el aire.
Semejantes al boleto bronceado (Boletus aereus) son el boleto pinícola (B.pinophilus) cuya cutícula es de color marrón rojizo, el boleto perfumado (B.fragrans) con los poros y la carne virando a azul, el boleto u hongo calabaza (B.edulis) con la cutícula untuosa, el pie más blanco y los poros que con el tiempo amarillean, y el boleto de verano (B.aestivalis) cuya cutícula es más clara y la superficie del pie reticulada. En español, todas estas especies del género Boletus se conocen en conjunto como boletos y todas ellas son muy apreciadas en la cocina, por lo que la identificación precisa a nivel de especie no tiene mucha importancia. Entre los boletos, la especie que encabeza la clasificación gastronómica es precisamente B.aereus. El boleto bronceado es una de las setas que se pueden comer crudas cortadas en láminas, como la oronja o amanita de los césares (Amanita caesarea).
[fotos Carme Serra (1ª) y Just Serra (2ª)]