Gato

Felis silvestris catus

El gato o gato doméstico (Felis silvestris catus [= Felis catus]), el más popular entre los animales de compañía, es la única especie de felino domesticada, y aún no completamente. Además de los gatos plenamente caseros, existen aquellos que viven más o menos asilvestrados en colonias alimentadas por humanos. Todos ellos conservan algo del instinto cazador propio de los felinos, lo que los convierte en el depredador por excelencia en los espacios urbanos y periurbanos, y en los alrededores de las casas aisladas donde vivan gatos.

Un gato alimentado regularmente caza más por instinto juguetón y cazador que por necesidad. Un gato caza prácticamente todo aquello que se mueve: ratones, lagartijas, insectos grandes, pájaros…, incluso juguetes que con su movimiento simulan una presa. El hecho de cazar por instinto, no para comer, hace del gato un depredador con un impacto potencial muy grave sobre las poblaciones de las presas, ya que la disminución de presas no afecta a la población de gatos.

Los gatos mantienen a raya las poblaciones de ratas, ratones, topillos y musarañas en torno a casas de payés, huertos, solares vacíos en la ciudad y espacios suburbiales. A su vez, la presencia de gatos causa estragos entre otras muchas especies de animales que, por azar o atraídos por el alimento disponible, se acercan a lugares humanizados.

Los gatos domésticos son descendientes del gato de Nubia (Felis silvestris lybica) domesticado en tiempos remotos en Egipto y Oriente Medio.

El gato montés, salvaje o silvestre (Felis silvestris silvestris) se distingue del doméstico por su mayor tamaño, por su cola gruesa y terminada en una mota redondeada, por la cabeza grande con orejas pequeñas que a menudo mantiene planas, y por el pelaje atigrado de gris y ocre con anillos negros en la cola. El Pla de seguiment del gat fer a Catalunya que lleva a cabo el Grupo Felis de la ICHN no ha detectado hasta el momento su presencia en las comarcas de Bages y Moianès, pero sí muy cerca en las comarcas vecinas por el norte de Solsonès, Berguedà, Lluçanès y Osona. El gato montés y el gato doméstico pueden hibridarse.

[fotos Jordi Badia]