Equisetum ramosissimum es la especie de equiseto o cola de caballo más abundante en la comarca de Bages. Vive especialmente cerca de las acequias del Pla de Bages, en terrenos húmedos en los que suele crecer en poblaciones continuas.
Los equisetos son un grupo muy antiguo de Pteridófitos -plantas vasculares sin flores, al qu4e pertenecen también los helechos y Selaginella denticulata. Los equisetos poseen tallos verdes, estriados en el exterior y fistulosos en su interior como en una caña, articulados en nudos en los que se encuentran vainas y a menudo ramificaciones. Todos los equisetos son persistentes gracias a sus rizomas. Los tejidos de los equisetos acumulan sílice que los convierte en abrasivos y poco digeribles. Los nudos poseen una vaina alrededor, terminada en una corona de dientes triangulares, que suele interpretarse como el resultado de minúsculas hojas soldadas. Los tallos fértiles culminan en un estróbilo de esporangióforos en los que se forman las esporas. De las esporas liberadas y caídas en tierra húmeda nacerán minúsculos gametófitos, casi microscópicos, que formarán gametos masculinos o femeninos que a su vez, si hay fecundación, darán lugar a un nuevo esporófito, una nueva cola de caballo.
Equisetum ramosissimum posee tallos de unos 2-5 mm de diámetro, normalmente de medio metro de altura, esporádicamente volubles alcanzando más de un metro, con 20 estrías y canales longitudinales e irregularmente ramificadas, más en su base. Las vainas son campanuladas, holgadas en el tallo y con 20-30 dientecillos. En las ramificaciones, la vaina del tallo principal es siempre más larga que las de los tallos secundarios; este carácter permite distinguir claramente E.ramosissimum de E.arvense, de tamaño similar, cuando no se dispone de tallos fértiles. A diferencia de las otras dos especies de equiseto que se encuentran en la comarca de Bages, E.telmateia y E.arvense, los tallos de E.ramosissimum se mantienen verdes durante todo el año y no se diferencian entre fértiles y estériles, todos pueden ser fértiles. Los estróbilos de E.ramosissimum son estrechamente ovados con una vaina en su base, como una copa. E.ramosissimum suele encontrarse en poblaciones compactas que destacan por su color verde oscuro.
Los tallos de E.ramosissimum pueden desarticularse fácilmente. Si los tallos previamente separados se encajan de nuevo y se hacen girar, la sensación es la de un engranaje -cric, cric, cric-, como si se diera cuerda a un reloj de pulsera.
[fotos Jordi Badia]