La cochinilla gris de la higuera (Ceroplastes rusci) es un insecto homóptero de la familia Coccidae, difícil de reconocer como insecto por su cuerpo tan especializado en la vida parásita sobre la higuera.
La mayoría de ejemplares son hembras partenogenéticas. En edad adulta se instalan de forma permanente en el pecíolo o sobre uno de los nervios principales en el haz de una hoja o, si la infestación está muy extendida, también sobre los higos. Estas hembras adultas desarrollan un caparazón ceroso semiesférico de 3-4 mm de diámetro, de color marrón o blanquecino con un matiz violáceo, constituido por 8 placas poligonales en los márgenes más una placa central. Permanecen protegidas por el caparazón y clavadas sobre el nervio de una hoja de higuera chupando la savia durante tiempo, como si fueran una cecidia, una verruga o una garrapata en un mamífero. Al final, la hembra se habrá convertido en una masa de unos 800 huevos que quedan protegidos bajo el caparazón materno. Las larvas que nacen de estos huevos son móviles. Inicialmente las larvas tienen tamaño mucho menor que los adultos, el cuerpo elíptico de color naranja con tres flequillos o púas triangulares blancos en cada lateral del cuerpo, más 3 púas frontales y 2 caudales menores. En estadios sucesivos de desarrollo, la larva perderá estos flequillos y formará el caparazón protector.
Al ser cada hembra tan prolífica sin necesidad de macho, se entiende que una higuera pueda quedar en pocos días completamente infestada.
La melaza que las cochinillas de la higuera excretan atrae hormigas y facilita la colonización de hongos. Esporádicamente, la cochinilla gris de la higuera puede encontrarse también sobre otras plantas.
Las imágenes muestran una hoja de higuera infectada el detalle de los individuos hembra sobre el pecíolo y sobre los nervios de una hoja.
[fotos Montserrat Porta y Jordi Badia]
- Ver la caparreta o cochinilla blanca (Ceroplastes sinensis) sobre las hojas de laurel.