La Acequia de Manresa es una magnífica obra de ingeniería civil que capta un caudal de 1 m3/segundo de agua del río Llobregat en la esclusa de los Manresanos en Balsareny y la transporta durante 26 km, con solo 10 metros de desnivel, plácidamente hasta Manresa. La Acequia de Manresa suministra el agua a la ciudad y riega las llanuras agrícolas de Viladordis y El Poal.
La Acequia de Manresa toma aún más relevancia si se tiene en cuenta que fue construida en el siglo XIV, entre los años 1339 y 1384. La terca negativa del obispo de Vic Galceran Sacosta al paso de la Acequia por tierras del obispado en el municipio de Sallent ocasionó un grave conflicto. El obispo decretó la excomunión de los promotores y constructores de la Acequia; a pesar de ello las obras no llegaron a pararse. La resolución necesitó de la intervención divina. Una Misteriosa Luz que vino de Montserrat entró por los vitrales de la iglesia del Carmen -destruida durante la guerra civil y reconstruida en el siglo XX-, a la vez que les campanas se pusieron a tocar solas. Los manresanos interpretaron el hecho sobrenatural como la señal que les daba la razón en la disputa con el obispado. Tras la súbita muerte del obispo Galceran Sacosta, su sucesor aceptó las compensaciones ofrecidas por los manresanos para el paso de la Acequia.
El Parque de la Acequia es la institución que gestiona los equipamientos vinculados a la Acequia de Manresa y divulga la importancia del agua. En Manresa se conmemora la fiesta de la Misteriosa Llum el 21 de febrero, el día de la llegada del agua a la ciudad. Dos domingos después tiene lugar la Transèquia, la multitudinaria caminata y pedalada popular por la orilla de la Acequia desde Balsareny hasta el parque de L’Agulla.
Actualmente la Acequia termina en el estanque de L’Agulla, el gran depósito de agua de suministro. Antes de su entrada en L’Agulla, de la Acequia principal se derivan dos ramales, a derecha e izquierda, para regar respectivamente los llanos de El Poal y Viladordis, que siguen ramificándose en numerosos pequeños canales con el paso del agua controlado por compuertas denominadas popularmente en catalán bagants, para abastecer de agua toda la huerta. En las últimas décadas, coincidiendo con la salinización del agua del Llobregat por debajo de Sallent y la del Cardener a causa de la minería de potasa y de sus residuos, el agua de la Acequia, en principio destinada solamente a Manresa, se ha ido expandiendo para el suministro también de las poblaciones vecinas: Sant Joan de Vilatorrada, Santpedor, Sant Fruitós de Bages, el Pont de Vilomara, Callús, Rajadell, Castellfollit del Boix, Sallent, Artés y Castellnou de Bages. En otro acierto premonitorio de los manresanos medievales dirigidos por el ingeniero Guillem Catà, la Acequia de Manresa toma el agua del Llobregat en Balsareny, antes del inicio de la minería de potasa.
En la imagen 2ª, la escombrera salina de Cogulló, en Sallent, amenaza la calidad del agua de la Acequia.
Salvando los tramos más urbanizados, túneles y acueductos, en general la Acequia discurre por un canal de tierra, tal como fue construida. Su paso aporta humidad a los terrenos del Pla de Bages que atraviesa y a su orilla crecen hierbas tiernas y algunos grandes árboles.