Las heladas excepcionalmente tardías de los días 20 y 21 de abril de 2017 pillaron a los árboles caducifolios con las hojas nuevas recién nacidas, tiernas y sensibles. Entre los caducifolios espontáneos, resultaron especialmente perjudicados el almez en toda la mitad norte de la comarca de Bages i el roble en las vaguadas a mayor altitud, ambas especies de las que más tardan en brotar en primavera.
Tres semanas después de las heladas tardías, las imágenes muestran la afectación a los robles de los valles del Moianès. Todas las hojas primerizas se han secado a causa de las heladas de las mañanas de los días 20 y 21 de abril. El hecho ha obligado a los robles a sacar una segunda oleada de nuevas hojas. En los robles afectados, las hojas verdes de la segunda brotación contrastan con las muertas de la primera.
En la foto 1ª, la vertiente ocupada por el robledal muestra a aproximadamente un tercio de la altura una línea horizontal nítida que la divide en dos partes: por arriba los robles tienen color verde, han resultado indemnes, mientras que todos los robles de la parte más honda del valle tienen color marrón a consecuencia de la afectación por la helada tardía. 1 o 2 grados de menos y durante más tiempo en el fondo del valle, la temperatura por encima o por debajo de cero grados, marca en los robles la diferencia entre perder las hojas nuevas o no. Este modelo de afectación en los robles se observa más extensamente en la comarca vecina de Solsonès e igualmente en las hayas de los extensos hayedos del Montseny.
Mientras los robles han sufrido los efectos de la helada tardía, los arces de Montpelier que conviven con ellos y que sacan la hoja más temprano no muestran ningún síntoma de afectación.