El día 23 de marzo de 2008, domingo de Pascua, el Montcau despertó cubierto de nieve. Estando ya en primavera, la nevada sorprendió al delicado narciso amarillo en flor en las lomas y rellanos. Los dos pozos de nieve de la vecina sierra de L’Obac atestiguan que, en siglos pasados, se confiava en las nevadas en esta área. La nevada primaveral alcanzó solo las zonas de mayor altitud de la comarca: el Montcau y lomas vecinas, L’Estany y los alrededores altos de Moià, las cimas de Montserrat y, muy débilmente, el cogulló de cal Torre.
[foto Jordi Badia]