De un tiempo a esta parte, los campos solares fotovoltaicos proliferan en las comarcas de Bages y Moianès ocupando antiguas tierras de cultivo de secano, y más se extenderían si se aprobaran todas las solicitudes. Todo indica que nos encontramos tan sólo en los inicios del despliegue de la energía solar fotovoltaica que debe causar una transformación muy notoria de los usos del suelo y del paisaje. En la galería superior, la reciente transformación en parque solar de un antiguo campo de secano situado entre el polígono industrial Pla dels Vinyats II y el centro penitenciario de Lledoners (Sant Joan de Vilatorrada). Esta instalación altera de forma estridente un paisaje de campos, bosques y masías, muy característico del Pla de Bages, que se había conservado correctamente.
Las escasas cosechas en los secanos del Bages y del Moianès en los años 2021, 2022 y 2023 de calor y sequía continuada no invitan a mantener un cultivo ruinoso. Pero antes que sacrificar tierras de cultivo a la producción eléctrica, tendrían que instalarse placas solares fotovoltaicas en espacios sin uso como taludes de carreteras encarados al sur e islas entre nudos de carreteras, en tejados de naves industriales, granjas y edificios residenciales, y en solares industriales que nadie compra.
No hay que ir demasiado lejos para mostrar un ejemplo de places solares instaladas en un lugar muy apropiado; se encuentra en las vertientes más soleadas de algunas naves industriales del sector I del mismo polígono Pla dels Vinyats I, como se observa en la foto inferior.
[fotos Jordi Badia]