La cima de Tres Creus (Rajadell, Castellfollit del Boix) asaltada por motoristas, en la imagen 1ª. La erosión infringida por la circulación de motos en las sierras del sur-oeste de la comarca ha abierto cicatrices irrecuperables en el terreno y ha dejado impracticables muchos senderos.
La misma afectación causada por motos de trial en el pequeño collado de Sant Joan de la sierra de Les Pedritxes, muy cerca del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i serra de L’Obac, en la imagen 2ª.
Circular en moto por campo abierto, fuera de los caminos explícitamente establecidos para vehículos, es un perjuicio gravísimo, irrecuperable a escala humana del tiempo. Unos pocos pases en moto eliminan el suelo que había tardado siglos en formarse y que sustentaba la vida. Hay que ser un individuo -que no persona- muy profundamente egoísta, insolidario e ignorante para satisfacer el capricho propio de circular en moto por donde le place, dejando tras su paso agresivo un desolación en el terreno que impide de manera permanente cualquier forma de vida.
[fotos Jordi Badia]