Gráficas de la evolución de cloruros en los ríos Llobregat y Cardener entre los años 2007 y 2015, expresados en milígramos de cloruro por litro, a partir de los análisis mensuales de la Agencia Catalana del Agua. Como referencia, el límite de cloruro admitido en las aguas destinadas a potabilización es 250 mg Cl/L (RD.140/2003, Directiva 98/83/CE).
En ambos ríos, Llobregat y Cardener, se aprecia un descenso claro en los cloruros entre los años 2007 y 2009, aunque los valores se mantienen esencialmente estables entre el 2009 y el 2015, la mejora no prosigue.
El río Llobregat llega a Balsareny con un valor de cloruros por debajo de 50 mg Cl/L; su agua es dulce. Pero en Sallent se produce un salto, el agua del Llobregat aumenta muy significativamente en salinidad. Este salto se debe a la aportación de sal de la minería de potasa. La progresiva entrada en funcionamiento entre los años 2007 y 2009 de la zanja perimetral en la escombrera salina de Cogulló redujo la cantidad de salmuera descontrolada que se incorpora al Llobregat, aunque sigue llegándole salmuera, principalmente a través de la circulación subterránea. Más allá de Sallent, el Llobregat aumenta aún más su salinidad por la confluencia del Cardener, salinizado por la minería en Suria. Más allá de Sallent, el agua del río Llobregat roza el límite de cloruros de las aguas destinadas a potabilización, por lo que necesita los costosos tratamientos de electrodiálisis reversible en la planta potabilizadora de Abrera o de osmosis inversa en la de Sant Joan Despí para abastecer a Barcelona y su área metropolitana.
Igualmente, el agua del río Cardener llega dulce a Cardona. La afectación a la salinidad del río Cardener en Cardona, la villa de la sal per excelencia, es mínima después de las obras de desvelamiento del río y de recogida de salmuera. Pero la afectación en Suria, donde se encuentra la actividad de la minería de potasa y su escombrera de Fusteret, es muy alta. Al dejar Suria, la salinidad del Cardener con calores alrededor de 350 mg Cl/L desde el 2009 en adelante y mucho más altos anteriormente, supera sistemáticamente el límite de cloruros del agua que puede ser destinada a potabilización con tratamientos convencionales. Las poblaciones situadas por debajo en la cuenca han renunciado al agua del Cardener, excepto Castellgali que suministra a la población agua no propiamente potable por exceso de sal. En paralelo a Sallent, la mejora entre los años 2007 y 2009 de la salinidad en el río Cardener fue debida a la recogida de salmuera en la zanja perimetral en la escombrera salina de Fusteret de Suria. Pero queda aún la salmuera que la zanja no consigue captar y conducir al colector de salmueras, que se filtra en el terreno y subterráneamente entra al río Cardener en el tramo de Fusteret. La anomalía del año 2014 entre Cardona y Suria se debe a un episodio de mal funcionamiento del sistema de recogida de salmuera en Cardona registrado en el análisis mensual de la ACA, no a una situación permanente.
Hay que recordar que las tres grandes escombreras de la minería de potasa, las de Cogulló, la Botjosa y Fusteret, están al descubierto sobre terreno que no ha sido previamente impermeabilizado y que el residuo salino, la sal, es higroscópica. Por ello, las escombreras salinas captan humedad del aire y envían continuamente salmuera hacia las aguas subterráneas. Una mejora en la salinidad del Llobregat, comparable a la registrada entre 2007 y 2009, se obtendría con la impermeabilización de estas tres escombreras salinas, lo que reduciría drásticamente la generación de salmuera y, en consecuencia, su filtración al subsuelo.
La salinización del agua de la cuenca del Llobregat es el motivo de la condena impuesta el 18.12.2014 por el Juzgado Penal de Manresa a la empresa minera Iberpotash por delito ecológico.
[gráficas Jordi Badia]
- Ver Plataforma Montsalat, en catalán, para información detallada de los impactos ambientales de la minería de sal en la comarca de Bages.