De un tiempo a esta parte, en el área de aprendizaje y de exámenes de conducción conocida como Pistas Zona Manresa (foto 1ª), situada entre el camino de Els Tovots y la ronda exterior de Manresa en el barrio de Les Cots, se realizan también prácticas de extinción de incendios.
Pero por mucho que las intenciones de aprendizaje sean loables, su resultado ambiental es lamentable. Cada uno de estos incendios intencionados ocasiona una columna densa de humo negro, molesto y maloliente que, dependiendo de donde sople el viento, llega al instituto de bachillerato Guillem Catà situado al lado, a los barrios de La Font dels Capellans y de la Sagrada Familia que se cuentan entre los más poblados de la ciudad, al de la Pujada Roja o al de El Guix (foto 2ª).
A la contaminación del aire por una humareda negra sobre el cielo de la ciudad, se añade la falta de control del agua lanzada con mangueras para la extinción del fuego. El lugar no está equipado con cubetas preparadas que recojan el agua sucia con los restos de la combustión y la dirijan a ninguna depuradora. El agua negra utilizada en la extinción marcha por una zanja que atraviesa bajo la ronda exterior y circula por el regadío de Viladordis. Esta agua destinada al riego de una parte de los huertos de Viladordis llega sucia y negra cada vez que se realiza una quema intencionada en la Zona de Prácticas (foto 3ª).
Labradores de Viladordis, vecinos de Les Cots y paseantes de la Anella Verda de Manresa hace tiempo que expresan la queja. Mientras, como si de un sarcasmo se tratara, el Ayuntamiento de Manresa aprueba la creación de una Zona de Bajas Emisiones en el centro urbano.
[fotos Josep Lluís Lliberato]