La sierra de Obac, mayoritariamente en el municipio de Mura, es pródiga en abrigos (en catalán balmes). Los más conocidos son los que están ocupados por las construcciones más elaboradas, en particular el Puig de la Balma que cobija a un gran caserón de origen medieval y las Balmes Roges que resguardan un conjunto de tinas; pero hay muchas más, aunque no con edificaciones tan notables.
En Mura, cerca de la fuente del Rector y del arroyo de Estenalles, se encuentra el abrigo o balma del Sastricó con restos de una pared baja que cierra su parte más honda. Al estar encarado a mediodía, el lugar resulta especialmente confortable los días de invierno.
Igual como la mayoría de los abrigos en esta área, el del Sastricó es el resultado de la erosión diferencial en una vertiente que ha dejado una capa de roca conglomerada dura sobresaliendo como una visera sobre capas arcillosas que la erosión ha vaciado más profundamente. Este origen da por resultado abrigos en general más largos que hondos. La presencia de abrigos con techo de conglomerado, como el del Sastricó, ilustra la resistencia del conglomerado a la erosión y explica por qué se han mantenido los relieves de las sierras de Obac y de Montserrat, mientras la red fluvial ha profundizado y desaguado por el río Llobregat el terreno entre las dos sierras.
[fotos Montserrat Porta y Jordi Badia]