Área de excavación en la entrada de la cueva de Les Toixoneres (Moià). La cueva de Les Teixoneres se encuentra entre las dos bocas de la cueva del Toll, su hermana mayor. Ambas cuevas se abren en la caliza nodulosa, eocénica, de origen marino. El conjunto de las cuevas del Toll es notabilísmo por los numerosos y valiosos restos de fauna del Cuaternario, desde la glaciación del Würm I (100.000 años atrás) hasta hoy, y de los restos arqueológicos obtenidos las sucesivas campañas de excavación.
Se han identificado, por ahora, 35 especies de mamíferos, entre las cuales el león de las cavernas (Panthera spelaea), el bisonte (Bison priscus), el toro salvaje (Bos primigenius), el caballo (Equus caballus), el ciervo (Cervus elaphus), el oso de las cavernas (Ursus spelaeus) y el rinoceronte de Merck (Stephanorhinus mercki , cuando queda aún mucho sedimento por excavar.
La mayoría de estas especies están actualmente extinguidas, por lo menos en Europa o en estado salvaje. El estudio paleontológico de los restos óseos encontrados en El Toll y en Les Toixoneres ha permitido reconstruir la rica fauna que poblaba Europa hace un centenar de miles de años. Los descubrimientos arqueológicos incluyen restos óseos y utensilios correspondientes al Paleolítico medio, los más antiguos de los cuales datan de unos 50.000 años, y especialmente al Neolítico.
Las piezas excavadas del complejo de las cuevas del Toll se encuentran expuestas e interpretadas en el Museo Arqueológico y Paleontológico de Moià.
[foto Jordi Badia]