Pilancones

En las superficies de roca dura expuesta de los lechos de ríos y arroyos, a menudo se observan unos curiosos agujeros circulares, de origen natural, de cerca de un palmo de diámetro y algo menos de profundidad, que reciben el nombre de pilancones. A menudo los pilancones mantienen el agua de la lluvia o de la última crecida del río o arroyo. Los pilancones se encuentran principalmente en roca caliza y siempre muy cerca del agua circulante. Buenos ejemplos se observan en la caliza nummulítica de la orilla del río Cardener bajo el Pont Vell, en Manresa, que muestra la imagen.

El misterio de los pilancones tiene su explicación. Los pilancones se forman por abrasión, por la acción erosiva de granos de arena arrastrados por la corriente turbulente de las riadas, girando continuamente y con fuerza en una cavidad. Una irregularidad inicial en la roca puede desencadenar la generación de un pilancón.

Si los agujeros en la roca son mucho mayores, del tamaño de una bañera, pasan a denominarse marmitas de gigante. Las marmitas de gigante se forman en el centro del curso de un arroyo por la misma acción abrasiva, aunque más constante y a mayor escala, añadiendo grava a la arena.

[foto Jordi Badia]