Los pliegues de sierra Borina son la expresión más espectacular del abrupto anticlinal-falla de Santa María de Oló.
El anticlinal-falla de Santa María de Oló es una estructura muy potente, de unos 12 km de longitud y orientada de SO a NE, que cruza por el sur de esta población. El arroyo de Oló discurre por el flanco SE del anticlinal, muy cerca y en paralelo al eje. El flanco NO del anticlinal, en el que se sitúa la población de Santa María de Oló, es relativamente suave u horizontal; en cambio el SE, el flanco levantado, se presenta con los estratos progresivamente más inclinados hasta llegar a la vertical o quedar torturados en el plano de falla y eje anticlinal. Esta disposición se aprecia rotunda y bella en los pliegues de sierra Borina, gracias a la excavación del arroyo de Oló.
El anticlinal-falla de Oló tiene una continuación en el anticlinal-falla del Guix, en Sallent, de dimensiones menores; son las estructuras geológicas emplazadas más hacia el sur entre aquellas originadas por la tectónica que levantó el Pirineo y por la plasticidad de la formación salina Cardona subyacente. Las estructuras anticlinales favorecen el afloramiento de estratos más antiguos. A 1,5 km de los pliegues de sierra Borina, siguiendo hacia el NE por el mismo flanco SE del anticlinal, afloran las margas grises yesosas que se sitúan estratigráficamente por encima de la sal de la formación Cardona. No resulta tan sorprendente que en la vertiente izquierda del arroyo de Oló, cerca de la población, brote la fuente Salada de Oló cuya salinidad es como la del agua de mar.
En el año 2010, el departamento de Medio Ambiente y Vivienda de la Generalitat amplió el Espacio de Interés Natural del Moianès para incorporar la fuente Salada, el arroyo y el espectacular anticlinal-falla de Oló.
[foto Jordi Badia]