Caliche

El caliche -nombre con el que se conoce mundialmente- es una costra dura, compacta y extensa, formada a cierta profundidad en el suelo por cementación calcárea. Tiene color claro marmolado y engloba, en proporciones y tamaños variables dependiendo de las áreas, partículas de arcillas, limos, arenas y gravas preexistentes en el suelo. La costra de caliche es siempre extensa y su grosor oscila desde unos 10-15 cm hasta más de un metro. Se localiza habitualmente alrededor del medio metro de profundidad en el suelo.

El caliche se forma en zonas áridas y sub-áridas en las que hay o ha habido aportación de agua procedente de una cota superior, cargada de iones bicarbonato. Al evaporarse esta agua desde el suelo, más aún si a ello contribuye la vegetación con su evapotranspiración y con la absorción selectiva de los iones que rechaza los más abundantes, los iones bicarbonato y calcio se concentran en el suelo hasta precipitar en forma de cemento de carbonato cálcico sobre las partículas existentes. Con el tiempo se forman las impresionantes costras de caliche. Algunas costras de caliche deben entenderse como fosilizadas, resultado de un clima pretérito.
A pesar de su aspecto y consistencia de roca, el caliche no es propiamente una roca y no hay que confundirlo con el substrato geológico, sino que se trata de un producto edáfico.

La presencia de caliche en el suelo acarrea consecuencias muy notables a la vegetación y a la agricultura. La costra sin ninguna porosidad de caliche supone una barrera que impide la filtración del agua en profundidad; el agua se pierde superficialmente acentuando la aridez del lugar. Las raíces no suelen cruzar tampoco la capa de caliche –ver la imagen- con lo que el grosor de suelo disponible para las plantas es escaso. El caliche puede ser arrancado con medios mecánicos potentes con el objetivo de mejorar las perspectivas agrícolas de un terreno, pero la arrancada de la capa de caliche que proporcionaba consistencia puede desencadenar la erosión y la pérdida del suelo escaso pero fértil que mantenía encima.

El caliche en el suelo es una circunstancia frecuente en las áreas sub-áridas con substratos calizos presentes o cercanos. Se encuentra abundantemente en los suelos de los climas mediterráneos, en particular en los de la vertiente mediterránea de la península Ibérica desde el Campo de Tarragona hacia el sur. La imagen del perfil de suelo mostrando el caliche fue obtenida en un margen de camino algo hundido en el altiplano de Les Tàpies (Calders, Moianès).

[foto Jordi Badia]