La caliza nummulítica es aquella roca caliza compuesta por una acumulación de esqueletos o caparazones fósiles de nummulites, de naturaleza calcárea, firmemente adheridos mediante cemento igualmente calcáreo. La caliza nummulítica es muy característica de la época del Eoceno, en el período Terciario.
Hay que observar de cerca la caliza nummulítica. Se aprecian bien sus fósiles de nummulites en forma de lenteja. Especialmente bellos aparecen los nummulites cortados diametralmente mostrando su delicada estructura de crecimiento en celdas geométricas separadas por tabiques. Los nummulites (Nummulites sp.(†)) fueron protozoos del grupo de los Foraminíferos –es decir seres unicelulares- que proliferaron en los mares eocénicos, pero que más tarde se extinguieron. Los nummulites segregan un esqueleto externo de carbonato cálcico –como los corales y los moluscos- en forma de lenteja normalmente de 5-8 mm de diámetro, aunque existen individuos de 25 o 30 mm que se interpretan como una alternancia de generaciones en su ciclo vital. Vivían en el plancton marino. Tras morir, su esqueleto se depositaba en el fondo. De la acumulación de cantidades prodigiosas de esqueletos de nummulites y de su posterior cementación se han originado potentes estratos de caliza nummulítica, el mejor y más abundante caso en la Tierra de roca sedimentaria organogénica, originada por los seres vivos. La caliza nummulítica entera puede definirse como una lumaquela, una roca constituida por fósiles. La caliza nummulítica cortada y pulida muestra la delicada orfebrería interior de los nummulites. Además de ser el componente principal de las calizas nummulíticas, los nummulites pueden encontrarse aislados, liberados por la erosión de calizas nummulíticas escasamente cimentadas.
Los estratos de caliza nummulítica resultan útiles para correlacionar columnas estratigráficas de lugares distintos que incluyan Eoceno marino. En la comarca de Bages, los nummulites y los estratos de caliza nummulítica fueron estudiados por el geólogo Valentí Masachs.
La roca conocida comercialmente como caliza de Sant Vicenç de Castellet, muy apreciada en construcción tanto por su resistencia como por su belleza, es una caliza nummulítica. La capa de techo de las paredes de Tavertet, en la comarca de Osona, se trata igualmente de una caliza nummulítica. De vuelta al Bages, el puente natural de roca de Les Arnaules, en Manresa, está constituido por caliza nummulítica. La imagen 1ª proviene de un afloramiento de roca en Manresa, cerca de El Pont Vell; la imagen 2ª de una de las piedras que forman el portal en el instituto de enseñanza secundaria Lluís de Peguera, también en Manresa.
[fotos Jordi Badia]
- Ver el artículo “Pedres milionàries”, en catalán, de Jordi Badia.
- Ver Operculina, otro género de Foraminíferos contenido en las calizas nummulíticas.