En la galería de la mina de potasa de Cardona visitable gracias al servicio del Parque Cultural de la Montaña de Sal, la Minilla, existe una gran profusión de espeleotemas del mineral halita, igual como en las cuevas naturales de Forat Micó y de Meandres de Sal, todas ellas en el interior de la Montaña de Sal de Cardona.
Se denomina en conjunto espeleotemas a cualquiera de las formas que toman los minerales depositados secundariamente en el interior de cavidades; los espeleotemas más conocidos son las estalactitas que cuelgan del techo, aunque hay otras formas como los macarrones, las estalagmitas que suben del suelo, las columnas, las cortinas, las flores… Los espeleotemas están hechos de minerales solubles, casi siempre carbonato de calcio cristalizado en forma de calcita o de aragonito; excepcionalmente se encuentran espeleotemas de sulfato cálcico cristalizado en yeso o en anhidrita, pequeños macarrones frágiles de sulfato de magnesio hidratado y, aún más excepcionalmente, de cloruro sódico, la sal común cristalizada en mineral halita.
La Minilla es una galería horizontal de ventilación de la profunda mina de potasa Nieves o mina de Cardona. Está excavada en el material salino, en la base de la Bòfia de la Montaña de Sal. Su posición superficial facilita que desde el techo gotee agua que debe ser evacuada. La consecuencia de esta humedad, más acusada en tiempo lluvioso, es que esta galería no sólo muestra las bandas sinuosas de la roca de sal de tonos naranja, sino que además en ella se deposita halita formando estalactitas y recubrimientos de formas delicadísimas, frágiles y bellísimas. El lenguaje no tiene palabras para describir este mundo subterráneo. Dejémoslo bajo el nombre genérico de espeleotemas y mostramos de ellos algunas imágenes.
[fotos Montserrat Porta y Jordi Badia]