Abeja algodonera

Anthidium cingulatum

El género Anthidium está formado por abejas solitarias de tamaño pequeño a mediano, con mandíbulas grandes, de cuerpo robusto y tegumento de color negro con franjas amarillas o blancas en el abdomen. Los machos son reconocibles por su mayor tamaño y por la presencia en la parte apical del último segmento del abdomen de un dentado identificativo de la especie (no se observa en la 1ª foto) que puede ir acompañado de otros dientes situados en los laterales de los últimos segmentos abdominales. Los machos son muy territoriales y utilizan el conjunto de dientes para atacar y ahuyentar a otros machos o abejas que puedan entrar en su territorio.

Las diferentes especies de Anthidium tienen dos maneras distintas de construir el nido. Por un lado, las llamadas abejas algodoneras nidifican en el suelo, en las grietas de las rocas o en la grava suelta, rara vez excavan galerías. Una vez han elegido el lugar para nidificar van en busca de pelos vegetales. Buscan hojas y tallos tomentosos que rascan pacientemente con las mandíbulas para extraer los preciados pelos. A continuación, el manojo de pelos vegetales es transportado al nido para ser moldeado con saliva y utilizado para tapizar las paredes de las células de cría, que acaban siendo una especie de bolas de algodón vacías en su interior. Por otra parte, las llamadas abejas de resina nidifican sobre troncos de árboles, tallos de plantas, piedras o rocas. Como material de construcción utilizan resina de pino que moldean con las mandíbulas hasta dar forma a varias celdas ovoides que colocan unas junto a las otras.

A. cingulatum es una abeja algodonera de color negro con franjas amarillas en el abdomen. En el tórax de la hembra están dibujadas unas líneas amarillas en la parte lateral del mesonoto y del escutelo y también en la parte inferior de este último. En cambio, no hay líneas amarillas en el tórax del macho. El primer segmento del abdomen del macho presenta dos bandas amarillas muy cortas, casi laterales, pero éstas son más largas en las hembras al prolongarse hacia la parte central del segmento.

Los adultos vuelan de julio a agosto y se alimentan de néctar de labiadas, asteráceas y otras plantas.

[fotos Xavier Adot]