Abeja de prado (Andrena cineraria)

Andrena cineraria

Andrena cineraria es una de las numerosísimas especies del género Andrena de abejas solitarias de tamaño medio que excavan nidos en el suelo. Se estima que existen unas 1500 especies de Andrena en el mundo, conocidas genéricamente como abejas de prado o abejas mineras. Según Fauna Ibérica del CSIC, Andrena se subdivide en 51 subgéneros en la península ibérica. Además de la afición por los escarabajos, el Dios creador tuvo una especial predilección por las abejas de prado o mineras. Plantas de las familias Crucíferas y Compuestas, y bulbosas como los narcisos y los azafranes que florecen a principios de primavera, se benefician de la polinización por especies de Andrena. Un caso extremo de este vínculo es el de las abejeras, el género Ophrys de orquídeas, la mayoría de las cuales son polinizadas exclusivamente por una o unas pocas especies de Andrena. La función de las abejas del género Andrena en el mantenimiento de la diversidad florística de los prados es relevante.

Andrena cineraria es una abeja de prado de unos 12 mm de longitud que se reconoce por las 3 franjas de pilosidad abundante de color gris ceniza situadas en la cara, en la parte delantera y en la parte final del tórax, sobre un cuerpo totalmente negro con posibles reflejos violáceos. Las hembras -en la imagen- tienen una extensa parte de la cutícula del tórax y el abdomen desprovistos de pelos, por lo que las franjas de pilosidad quedan claramente delimitadas; en cambio, los machos tienen pelos claros y cortos en el tórax y en el abdomen que desdibujan las franjas de pilosidad.

Andrena cineraria nidifica en el suelo. Los adultos se ven mayoritariamente en abril.

[foto Jordi Badia, identificación José Luís Romero]