Ailanto

Ailanthus altissima

El ailanto (Ailanthus altissima) es un árbol caducifolio originario de China, plantado hasta hace pocos años en jardines y naturalizado principalmente en áreas periurbanas.

Posee hojas compuestas imparipinnadas muy grandes, con numerosos pares de folíolos sésiles de tamaño decreciente desde el pecíolo hasta el extremo de la hoja, cada uno de ellos de contorno ovato-acuminado terminado en punta aguda y con algunos dientes grandes e irregulares cerca de la base. El porte de la hoja entera suele ser uniformemente convexo, como una bóveda de cañón, de geometría elegante sin que los folíolos queden péndulos. En el reverso de los folíolos se encuentran glándulas que causan alergia cutánea a algunas personas, no a la mayoría.
La corteza de las ramas es lisa, la del tronco principal rugosa cuando el árbol es adulto. Las ramas más jóvenes son verdes, enrojecen, pasan al castaño y finalmente al gris. En las ramas jóvenes se aprecian unas lentejuelas y las marcas de inserción de las grandes hojas caídas.
En verano el ailanto saca grandes inflorescencias de flores pentámeras, de color general amarillo verdoso. Las flores pueden ser masculinas, femeninas o hermafroditas, dependiendo de los individuos. Cada flor consta de 5 sépalos soldados por su base, 5 pétalos, 10 estambres –eventualmente solo 5- que no son funcionales en les flores femeninas y un pistilo con 5 carpelos libres que queda atrofiado en las flores masculinas. Las anteras de los estambres fértiles tienen además una glándula que produce olor desagradable, por lo que los árboles masculinos en flor son hediondos.
El fruto es una sámara, un ala alargada con la semilla en medio, que con el tiempo enrojece con lo que gana vistosidad.

El ailanto es un competidor formidable. Ya hemos visto su prolífica producción de flores y frutos. Además de la reproducción sexual, el ailanto cuenta con la reproducción vegetativa; posee una gran facilidad para sacar retoños de raíz y ampliar el terreno ocupado. El ailanto crece sin problemas en suelos arcillosos, pobres o contaminados; a menudo es el único árbol en antiguos solares industriales abandonados o en taludes de carretera donde soporta el humo del tráfico. Por si con todo ello no fuera suficiente, el ailanto produce una sustancia alelopática que impide la germinación de semillas de otras plantas.

El ailanto se encuentra naturalizado y diseminado en la comarca de Bages, a veces constituyendo masas poblaciones en las afueras de núcleos urbanos. Por ejemplo, masas de ailanto se encuentran en el extremo norte de Sallent a los márgenes de la carretera antigua, en can Pocoli en la desembocadura al río Cardener de la riera de Rajadell en Manresa y en la ribera de Coaner cerca de Suria. El ailanto y la cortaderia (Cortaderia selloane) se consideran las dos plantas invasoras más peligrosas en Cataluña. El catálogo español de especies exóticas invasoras prohíbe desde el 2013 la comercialización y la plantación de ailantos. Los últimos ailantos plantados en Manresa deben ser los de la calle Alvar Aalto, en el barrio de cal Gravat delante de la casa de la Culla.

A partir de ejemplares plantados, el ailanto se expande también hacia espacios naturales. En el Parque Natural de Collserola y en el valle del río Glorieta, gestores y voluntarios trabajan en la erradicación del ailanto.

[fotos Jordi Badia]