El ajenjo o absenta (Artemisia absinthium) es una mata poco leñosa, de aspecto grisáceo, de la familia Compuestas. Sus hojas tienen tamaño decreciente de abajo a arriba, son grises por ambas caras, con el limbo dividido en segmentos estrechos de punta redondeada, el raquis alado y el nervio medial resaltado en el reverso. Toda la planta es pilosa y muy olorosa. En verano saca numerosos capítulos hemisféricos, cabizbajos, de solo 4 mm de diámetro, de flores amarillas sin lígulas. La mayor parte de la planta se seca en invierno.
El ajenjo es conocido porque sus principios activos, disueltos en alcohol etílico, son un aperitivo excelente. El gusto amargo particular del vermut proviene del ajenjo. El licor absenta se obtiene de la maceración en alcohol del ajenjo en flor. La absenta, que hay que beber rebajada con agua, provoca una doble intoxicación: la etílica y la propia de la absenta que pasa por una primera fase de exaltación de la sensibilidad –la que buscaban artistas en tiempos del romanticismo- seguida de una segunda de disminución de la consciencia. Los nombres de la planta wermut y absinth en idioma alemán fueron importados al español como vermut y absenta para referirse a sus licores.
El ajenjo vive en prados nitrogenados y en márgenes de caminos en áreas montanas. Pius Font i Quer, en su Flora de Bages publicada en 1914, lo cita como especie de presencia dudosa en la comarca. Botánicos modernos han localizado el ajenjo cerca de Avinyó y en puntos del Moianès; por tanto, disipada la duda, el ajenjo se incluye actualmente en la flora de la comarca de Bages. En cualquier caso, el ajenjo es una planta rara en el Bages, mientras que en la mitad norte de las comarcas vecinas de Solsonès y Berguedà, y en general por toda Europa al norte de los Pirineos, es una planta común en ambientes humanizados y pastizales donde los animales, más cuerdos que los humanos, la respetan.
[fotos Jordi Badia]