El ajillo silvestre (Allium paniculatum) florece en verano con una bella inflorescencia con un par de brácteas largas, agudas y desiguales en la base y numerosas flores blanquecinas. A diferencia de otras especies, la inflorescencia del ajillo silvestre no posee bulbilos. Las flores rematan pedicelos finos, de 1-3 cm, que nacen radialmente del receptáculo; aquellos que se levantan en vertical son algo más largos que los que se dirigen a los costados o hacia abajo, con lo que la inflorescencia adopta contorno ovoide.
Cada flor consta de 6 tépalos libres con el nervio medial resaltado en verde o en magenta, 6 estambres de filamento normal, no tricuspidado como los del ajo de cigüeña (A.sphaerocephalon), que asoman por encima de la corola y un pistilo central. Todas las partes de la flor, incluyendo el pedicelo, comparten el mismo color blanco marfil.
El ajillo silvestre nace de un bulbo ahusado de hasta 3 cm que, además del tallo central, saca algunas hojas largas y estrechas.
El ajillo silvestre vive en prados de lastón. Está bien distribuido por la comarca de Bages, aunque no es abundante.
[fotos Jordi Badia]
- Flora de Bages – Herbario de P. Font Quer, Allium paniculatum subsp. pallens.
- Flora del Bages – Herbario de P. Font Quer, Allium paniculatum subsp. paniculatum.