Evarcha jucunda es una araña pequeñita de la familia Salticidae, la de les arañas saltadoras. Su cuerpo mide unos 5-6 mm de longitud y las patas son cortas y robustas, especialmente sus dos primeros pares. Los dos ojos centrales son tan grandes que ocupan toda la frente con lo que los ojos restantes quedan relegados a una hilera a cada lado.
En esta especie, existe mayor dimorfismo sexual por el color que por la forma. En los machos -foto 1ª-, el prosoma es negro y el opistosoma marrón, ambos con sendas marcas blancas falciformes que abarcan la anchura del cuerpo, en el centro del prosoma con las puntas mirando hacia adelante y en la base del opistosoma mirando hacia atrás. Las patas son negras igual que el prosoma, exceptuando el tono marrón igual el del opistosoma desde la mitad hacia la punta en los pares 3º y 4º y trazas de pelos blancos que siguen las dos marcas del cuerpo. Las hembras -fotos 2ª y 3ª- tienen el cuerpo y las patas de color cárneo o anaranjado, son mucho más claras que los machos aunque manteniendo el mismo patrón de franjas falciformes blancas. En la cara, las hembras muestran un antifaz amarillo con 4 líneas de color cárneo debajo de los ojos laterales. Por este motivo, se ha propuesto el nombre popular en catalán de “aranya saltadora de galtes ratllades” (= “araña saltadora de mejillas rayadas”) para designar a Evarcha jucunda.
Evarcha jucunda es capaz de realizar grandes saltos para huir si se siente amenazada. No fabrica telarañas, sino que persigue activamente a sus presas, insectos de todo tipo.
Evarcha jucunda se encuentra en jardines y es habitual que busque refugio en las casas. Su distribución original es mediterránea, aunque está en expansión siguiendo la ocupación humana.
[fotos Jordi Badia]