La arveja violeta (Vicia peregrina) es una hierba anual trepadora del extenso género Vicia de la familia Papilionáceas el cual, además de las habas cultivadas en los huertos, comprende numerosas especies silvestres conocidas popularmente como arvejas como vezas, arvejas o arvejeras.
La arveja violeta forma una mata poco densa con tallos delgados, estirados y ramificados aparentemente al azar, a veces algo leñosos, que alcanzará mayor o menor altura dependiendo de los soportes que encuentre. Toda la planta es algo pilosa. Las hojas son pinnaticompuestas con estípulas pequeñas en la base, 3-7 pares de folíolos bien encarados y distantes entre ellos y un zarcillo terminal no demasiado largo, aunque sí ramificado. Los folíolos son muy estrechos, de unos 2 cm de longitud por 2-4 mm de anchura, ligeramente plegados como una barca, con lados paralelos y terminados en un escote con tres minúsculas puntas, una en cada vértice y una en el centro. Las flores son grandes, solitarias en la axila de la hoja correspondiente y con pedúnculo corto. La flor supera 1 cm en las tres dimensiones. Se trata de una flor con la morfología característica de las papilionáceas y color violáceo, en la cual destaca el estandarte o pétalo superior por su color más intenso y por ser bilolado. La legumbre con diversas semillas en su interior crecerá hasta unos 4 cm de longitud, terminando péndula y de color marrón.
La arveja violeta se encuentra en primavera junto a los caminos, en los márgenes y en los campos, en ambientes de secano. En la comarca de Bages, Vicia peregrina es una de les especies espontáneas frecuentes del género.
[fotos Jordi Badia]