Avena loca pequeña (Avena barbata)

Avena barbata

La avena loca pequeña (Avena barbata) es una hierba gramínea anual, a menudo de un metro de altura, extraordinariamente frecuente en los campos y en los márgenes de caminos. Se asemeja tanto a la avena loca grande (Avena sterilis) que el nombre popular de avena loca no las distingue; por tanto utilizaremos aquí los nombres científicos. Las avenas locas también se parecen mucho a la avena cultivada (Avena sativa).

Avena barbata tiene hojas con lígula corta y limbo de 4-6 mm de anchura, a menudo con pelos largos en el margen y tacto ligeramente escabro sólo en los márgenes al pasar el dedo de la punta hacia la base, pero no en la superficie de la hoja. Los tallos terminan en una panícula laxa de espiguillas distantes, colgantes de pedicelos delgados. Las espiguillas miden 30-35 mm, a los que hay que añadir las aristas acodadas de 45-55 mm que nacen cerca de la base del dorso de los lemas. Las espiguillas tienen 2 o 3 flores. Algunos individuos tienen espiguillas con 3 aristas, la arista de la flor 3ª más corta, pero la mayoría tienen solo 2. Las glumas son ahusadas y agudas, idénticas entre ellas, de unos 35 mm de longitud y más largas que los lemas. Los lemas terminan en una punta bífida de 4 mm o más de longitud. En la base de la flor hay un mechón de pelos blanquecinos, aunque si se recoge la planta estos pelos se vuelven rubios al secarse. En la madurez, las flores de Avena barbata se desprenden de una en una con la correspondiente arista (foto 3ª).

Avena sterilis se diferencia por su porte generalmente mayor, porque tiene siempre 2 aristas en las espiguillas, porque la punta bífida de los lemas mide 2 mm, porque los pelos de la base de la flor son más rubios, porque el tacto del reverso de las hojas es escabro, y porque la diáspora está constituida por la espiguilla entera con las dos aristas, no por flores individuales.

La avena (Avena sativa) tiene espiguillas de 25-30 mm, con 2 flores y aristas de 40 mm, aunque existen también variedades de avena sin arista. Los granos de la avena se mantienen en la espiguilla, lo que posibilita su recolección. La avena puede vivir subespontáneamente cerca de donde fue cultivada.

[fotos Jordi Badia]