La blanca verdinervada (Pieris napi) es una mariposa de la familia piéridos, parecida a las blancas de la col (P.brassicae y P.rapae) aunque de tamaño algo menor. La blanca verdinervada posee el cuerpo de color gris ceniciento, piloso, y las alas blancas exceptuando el mismo tono cenizo que oscurece la base, resalta ligeramente las nerviaciones y forma una sucesión de 4 o 5 manchitas triangulares, decrecientes de arriba a abajo, sobre la terminación de estas nerviaciones en el extremo de las alas anteriores. Además, las hembras poseen dos manchitas circulares en las alas anteriores, mientras que los machos solo tienen la superior y aún más pequeña o ninguna de ellas. Estas manchas resultan equívocas al estar menos marcadas en los ejemplares de la primera generación del año, en los machos pueden llegar a ser completamente ausentes, mientras que aparecen en los ejemplares de las generaciones posteriores. El reverso de las alas tiene un matiz verdoso. La blanca verdinervada realiza 2 o 3 generaciones por año.
Las feromonas que desprenden los machos huelen a limón, según el olfato humano.
Las orugas de la blanca verdinervada se alimentan de hierbas de la familia crucíferas, como era de esperar por su parentesco con las mariposas de la col.
La imagen 1ª muestra a un macho de primera generación sobre una rabaniza (Diplotaxis erucoides), una hierba crucífera muy abundante en la comarca de Bages. La imagen 2ª corresponde también a un ejemplar macho, éste claramente de 1ª generación por la intensidad de coloración gris verdosa alrededor de la nerviación en el reverso de las alas. La imagen 3ª se trata de una hembra de 2ª o 3ª generación, casi sin tono gris alrededor de la nerviación. En la imagen 4ª, un grupo de blancas verdinervadas beben agua de un charco.
La blanca verdinervada vive en herbazales húmedos donde crezcan crucíferas.
[foto Montserrat Porta y Jordi Badia (1ª) y Jordi Badia (2ª, 3ª y 4ª)]