Buitre leonado

Gyps fulvus

El buitre leonado o buitre común (Gyps fulvus) es el ave carroñera de gran tamaño por excelencia en Europa y también en las comarcas catalanas de Bages y Moianès.

El buitre es un ave realmente grande que supera el metro de longitud de la cabeza a la cola y los 2,5 metros de envergadura de punta a punta de las alas extendidas.

En vuelo, la silueta del buitre es rectangular, con la cabeza triangular muy poco sobresaliente, las alas largas y terminadas en plumas digitadas, el cuerpo y la parte delantera de las alas de color claro mientras que la parte trasera de las alas y la cola son oscuras, y la cola corta y bastante recta (foto 3ª). El vuelo es principalmente un planeo suave y elegante, a menudo en círculos ganando altura.

Posado en el suelo, el buitre es un ave torpe. Su plumaje marrón oscuro cubre casi hasta las garras, pero no la cabeza ni el cuello largo que quedan prácticamente desnudos, cubiertos sólo de un plumón escaso. En la base del cuello, sobre las espaldas, se encuentra un collar de plumas de color ocre en los jóvenes y blanco para adultos. El pico es potente, curvado y de color gris, y la mirada intimidatoria.

El buitre anida en rellanos de peñascos preferentemente encarados a sur, a menudo en colonias, desde donde a media mañana se lanza en vuelo planar aprovechando las corrientes térmicas ascendentes. La hembra pone un solo huevo a principios de primavera que incuban los dos miembros de la pareja por turnos durante 1 mes y medio, hasta el nacimiento del polluelo. El polluelo será alimentado por la pareja con comida regurgitada del buche.

El buitre leonado se alimenta de cadáveres de grandes mamíferos. Su función carroñera es realmente importante por el buen funcionamiento de los ecosistemas. Alrededor de un cadáver se pueden congregar decenas de buitres (galerías 2ª, 3ª y 4ª).

Tras unos años de declive alarmante, las poblaciones de buitre leonado se han recuperado gracias principalmente a la aportación periódica durante muchos años de alimento suplementario en muladares como el de la Montaña d’Alinyà (Alt Urgell) gestionado por la Fundació Catalunya La Pedrera, el del Casal dels Voltors en Torre de Tamúrcia (La Terreta, Pallars Jussà) gestionado por la Associació de Residències de Cases de Pagès del Pallars Jussà, y el de Mas de Bunyol (Valderrobres, Matarraña) gestionado de forma encomiable por un particular, José Ramon Moragrega, conocido también con el apodo de buitreman.

El buitre leonado no anida, por lo menos no por ahora, en las comarcas de Bages y Moianès, aunque es frecuente ver buitres planeando en el cielo y cada vez es menos raro verlos en el suelo alimentándose de un cadáver.

[fotos Oriol Oms (1ª) y Jordi Badia (2ª y 3ª)]

La galería 2ª muestra buitres en el observatorio de aves de Mas de Bunyol (Valderrobres, Matarraña).
[fotos Jordi Badia]

La galería 3ª muestra un grupo de buitres que observado el día 02.06.2024 en Sant Joan de Vilatorrada (Bages).
[fotos Ramon Segura]

La galería 4ª muestra una banda de 50-60 buitres el día 05.03.2025 en el Pla de Riard (Lladurs, Solsonès). Los buitres hacían cola en un terreno de pasto, esperando turno para entrar a comer el cadáver de un jabalí que había quedado junto a la carretera de Coll de Jou.
Al menos 2 ejemplares de esta banda de buitres lucían sendas marcas en la pata. Ambos ejemplares fueron marcados por el Grup d’Anellament de Calldetenes-Osona en el vertedero de Orís; uno, con la marca CJ5, el día 17.03.2024; el otro, con la marca 04F, el 23/06/2018. En caso de observar un ave grande con una marca legible en una pata, se debe introducir la información de la localización en el portal www.marquesespecials.cat.
La foto última de esta galería muestra el cadáver del jabalí, la razón por la que se congregaron tantos buitres, aprovechando el momento de la desbandada transitoria motivada por el paso de un vehículo por la carretera. En el transcurso de una hora, la manada de buitres hizo desaparecer casi por entero el cadáver del jabalí, lo que sale a razón de alrededor de 1 kg de carne por buitre, el 10% de su propio peso. No es de extrañar que 4 o 5 buitres se quedaran en el lugar, incapaces de alzar el vuelo.
[fotos Montserrat Porta y Jordi Badia]