Chara sp. es un alga de agua dulce constituida por tallos verdes ramificados en verticilos siguiendo el patrón propio de los equisetos. Esta morfología se repite en todas las especies de la familia Characeae, la única viviente del orden Charales y la clase carofíceas. No está claro si las carofíceas deben incluirse en la división o phylum de los clorófitos -el de las algas verdes- o considerarse una división propia per su homogeneidad de grupo y por su evidente mayor complejidad anatómica que el resto de las algas verdes.
Chara sp. forma tallos largos de crecimiento ilimitado que arraigan mediante rizoides en los fondos arenosos de charcas y arroyos. En estos tallos largos se distinguen entrenudos y nudos de los que nacen tallos cortos, de crecimiento limitado. Todos estos tallos son verdes, estriados y con tacto áspero porqué segregan pequeños cristales de carbonato de calcio. El tacto áspero de los equisetos, en cambio, proviene de su contenido en sílice, no por carbonato de calcio.
Al secarse y degradarse, Chara sp. vira al color blanco del carbonato de calcio y puede oler mal, recordando al ajo o al ácido sulfhídrico.
En los nudos de los tallos principales se forman también anteridióforos y oogonios, productores respectivamente de espermatozoides y de un óvulo solitario. Algunas especies de carofíceas son dioicas, es decir con pies masculinos y pies femeninos separados. Tras la fecundación, el zigoto resultante se protege con una envoltura calcificada que le proporciona resistencia y, además, facilita la fosilización y permite identificar especies por la ornamentación externa. El hecho ha permitido documentar la presencia de Characeae ya en el Devónico (400 Ma). El zigoto protegido de las carofíceas es un antepasado de los frutos de las angiospermas, en el sentido ecológico o funcional del término. Las Characeae son gametófitos haploides, sin alternancia de generaciones. La meiosis tiene lugar al iniciar la germinación del zigoto diploide.
En la comarca de Bages, Chara sp. se encuentra en los arroyos de agua clara y limpia, preferentemente sobre rocas calizas. Puede constituir prados subacuáticos. Probablemente existan diversas especies del género Chara en los arroyos y charcas de la comarca de Bages, pendientes aún de estudio y determinación precisa.
[fotos Florenci Vallès (1ª y 2ª) y Jordi Badia (3ª, 4ª i 5ª)]