La colleja (Silene vulgaris) es una hierba vivaz, de hasta medio metro de altura, perteneciente a la familia cariofiláceas.
Sus hojas son opuestas, lanceoladas, sésiles y algo glaucas. Los tallos terminan en una inflorescencia esbelta y elegante, un dicasio, donde cada ramilla se divide en 3, el tallo central o principal rematado por una flor más dos ramillas laterales, de orden menor, que a su vez se dividirán según el mismo modelo continuando la inflorescencia.
Las flores, que se abren por la noche, constan de 3 estilos sobresalientes, 10 estambres, 5 pétalos blancos, profundamente bilobados y soldados por la base y de un cáliz globoso, abierto e hinchado, muy característico, que diferencia la colleja de otras cariofiláceas. Este cáliz puede hacerse estallar, de donde deriva el nombre popular catalán de esclafidors.
El fruto es una cápsula.
Las hojas tiernas de la colleja son comestibles como verdura; su sabor ligeramente dulce recuerda al de los guisante.
La colleja está ampliamente distribuida; se la encuentra en bordes de caminos y terrenos humanizados.
[fotos Florenci Vallès (1ª) y Jordi Badia (2ª, 3ª y 4ª)]