La consuelda menor, prunela o érico (Prunella vulgaris) es una hierba perenne que se seca en invierno y vuelve a brotar de raíz en primavera frecuente en los herbazales de los suelos húmedos del Bages. Pertenece a la familia de las labiadas, la del romero y el tomillo, pero no es aromática. Produce tallos de 20-40 cm de alto, pilosos i de sección cuadrada, con dos caras surcadas. Tiene las hojas opuestas, poco pubescentes, de figura entre ovada y lanceolada, y con el margen entero o ligeramente dentado. En el ápice de sus tallos se forma un ramillete muy apretado de flores que tienen la corola de color azul violáceo. Estas flores salen en grupos de tres de la axila de las brácteas, unas hojas pequeñas diferentes de las otras. Florece de junio a septiembre y da unos frutos secos que contienen 4 semillas y reciben el nombre de tetranúculas.
La consuelda menor se distingue de la consuelda mayor (P.grandiflora), también frecuente en la comarca de Bages, por sus flores comparativamente menores y por la forma lanceolada, no hastada, de las hojas superiores contiguas a la inflorescencia.
A la consuelda menor se le han atribuido diversas propiedades medicinales que la medicina moderna no reconoce. Era especialmente apreciada como medicinal en León, donde se oía decir el refrán «Lo que no cura el médico, lo cura el érico».
La prunela se encuentra distribuida por la mayor parte de Europa y también se encuentra en zonas próximas, como el norte de África y el Oriente Próximo.
[fotos Roger Lapeña (1ª), Jordi Badia (2ª y 3ª) y Marta Queralt López Salvans (4ª)]