Corzo

Capreolus capreolus

El corzo (Capreolus capreolus) es el cérvido europeo menor y el único presente en el Bages. Las hembras pesan de 13 a 25 kg (fotos 2ª y 3ª y los machos de 16 a 30 kg (foto 1ª). Su cuerpo mide de 95 a 135 cm de largo y en el hombro tiene una altura de entre 60 y 90 cm. Su cola es cortísima, tan solo mide de 2 a 3 cm. En verano, presenta una mancha pálida en la región anal y tiene el resto del cuerpo de color marrón rojizo; mientras que, en invierno, tiene la mayor parte del cuerpo de color marrón grisáceo y la mancha anal completamente blanca. El vientre es de color más claro. Las crías presentan manchas blancas en el pelaje, a las cuales se atribuye una función de camuflaje. Los cuernos, que sólo están presentes en los machos y miden unos 23 cm de largo, tienen un anillo en la base y nunca más de tres puntas (foto 1ª). Están completamente desarrollados en mayo y caen a principios de invierno.

Vive en bosques, aunque también en terrenos abiertos con buenos escondrijos, tanto en las llanuras como en las montañas, pero raramente se encuentra por encima del límite del bosque. Su área de distribución comprende la mayor parte de Europa, Asia Menor y zonas próximas al mar Caspio. En Cataluña, antiguamente el corzo vivía en la mayor parte del territorio, pero en 1987 sólo se encontraba en algunas zonas de los Pirineos. A partir de entonces se ha ido expandiendo, favorecido por las reintroducciones llevadas a cabo por la Generalitat.
La foto 6ª muestra a un corzo atrapado accidentalmente entre los barrotes de una puerta en las afueras de Manresa. Finalmente consiguió escapar, aunque herido por los esfuerzos para liberarse y sólo para encontrarse en una carretera donde le aguardaban nuevos peligros de la civilización.

Vive en solitario -especialmente en el caso de los machos- o en grupos muy reducidos de carácter familiar. Es activo sobre todo durante el crepúsculo y la noche, y pasa el día escondido entre la vegetación. Es de carácter esquivo y huidizo, buen corredor y nadador. Se alimenta principalmente de hojas, pero también come hierba, yemas, frutos, cortezas, líquenes y setas. Tanto los machos como las hembras suelen buscar el alimento y vivir en territorios (áreas de campeo) que suelen ser prácticamente los mismos a lo largo de toda su vida. Sus excrementos (foto 7ª) miden de 10 a 14 mm de largo y son muy parecidos a los de una oveja o una cabra. Los dos sexos emiten unos ladridos muy parecidos a los de los perros.

La época de celo del corzo comprende julio y agosto. En esta época los machos luchan por las hembras, empujándose mutuamente después de entrelazar las cornamentas, y marcan el territorio pelando la corteza de árboles pequeños con sus cuernos (foto 4ª). La actividad territorial de los machos empieza ya en primavera. El corzo es monógamo, pero, en condiciones de alta densidad, puede comportarse como polígamo. Los partos se producen entre los meses de marzo y junio del año siguiente al celo. Este largo periodo de gestación característico de la especie es debido a la implantación retardada. Este fenómeno consiste en el hecho de que el óvulo fecundado en verano permanece en el útero, en estado latente, durante cuatro o cinco meses. Pasado este tiempo, sigue su desarrollo durante 20 semanas hasta el momento del parto. Los partos de gemelos son más frecuentes que las de un único corcino. Es normal que las crías pasen la mayor parte del tiempo escondidas -y separadas, en caso de que haya gemelos- y que la madre sólo se les acerque para amamantarlas, aunque se mantenga vigilante en las proximidades. No es extraño que algunas personas, cuando descubren un corcino solitario, piensen que está abandonado y se lo lleven. Eso es un peligro para la especie, porque las crías raramente se adaptan a la domesticación y acostumbran a morir al cabo de poco tiempo de ser capturadas. Los corzos viven por término medio entre 2 y 4 años y la duración máxima de su vida oscila entre los 12 y los 18 años. Las hembras normalmente empiezan a criar a partir de los 2 años.

[fotos Francesc Muntada / Obac (1ª), Florenci Vallès (2ª, 3ª, 4ª y 7ª), Oriol Oms (5ª) y Montserrat Porta (6ª)]