El cuenco de lobo (Lycoperdon perlatum) es una seta perteneciente al gran grupo de los gasteromicetes -aquellos hongos con cuerpos fructíferos en forma de bolsa cerrada hasta que las esporas están maduras-, muy común en distintos ambientes, ya sean bosques o prados. Tiene forma de pera invertida, de unos 3-8 cm, color blanco marfil y la superficie cubierta de pequeños abultamientos o aguijones, como perlas, a los que se refiere el adjetivo perlatum.
Otras especies de Lycoperdon, no tan frecuentes, se distinguen por la ornamentación distinta. Si se corta el cuerpo, su interior, la gleba, es blanca mientras la seta es joven pero oscurece a medida que las esporas maduran.
Cuando la gleba es ya un saco de esporas, se abre un poro apical y, si se pisa o le cae una gota de agua, expulsa hacia arriba una humareda de esporas. En este estado maduro, los aguijones se desprenden de la superficie (foto 3ª). Sin duda, el cuenco de lobo cumple a la perfección su misión como productor de esporas.
[fotos Marta Querlat López Salvans (1ª) y Jordi Badia (2ª, 3ª y 4ª]