El equiseto mayor o cola de caballo (Equisetum telmateia [= E.maximum]) es una planta emparentada con los helechos que llama la atención por su morfología geométrica de tallos sin hojas, de aspecto rudimentario.
Los tallos se asemejan a columnas estriadas de entre 10 y 15 mm de diámetro. Existen dos tipos de tallos, los tallos fértiles que aparecen en marzo, y los estériles o vegetativos que salen más tarde. Cada tallo aparenta ser un pie independiente, pero en realidad nacen de un rizoma subterráneo común. Al finalizar la temporada los tallos se secan y mueren, pero el rizoma permanece. Los tallos fértiles son blancos, simples, con los entrenudos guarnecidos por vainas rojizas, abiertas en forma de copa con el margen superior serrado en 15-35 dientes. Estos tallos fértiles finalizan en una espiga de esporangios. Los tallos estériles son verdes, mayores y ramificados a alturas regulares en verticilos de numerosas ramas estrechas, simples y erectas que nacen de la base de vainas cerradas o aplicadas. Las imágenes 1ª, 2ª y 3ª muestran los tallos fértiles a mitad de marzo, mientras que las imágenes 4ª, 5ª y 6ª los tallos estériles o vegetativos cuando la primavera está ya avanzada. En la imagen 7ª se aprecia la ramificación y el detalle de las vainas en los tallos estériles.
El equiseto mayor vive en fuentes y bordes de arroyos, siempre en sitios muy húmedos. Es poco frecuente en la comarca de Bages, aunque mantiene sus localidades, como las del arroyo de Mura -en las fotos 1ª y 3ª- y la de la fuente de L’Angle (Calders) -en la foto i2ª-, gracias al rizoma. En esta comarca abundan más otras dos especies de cola de caballo, ambas con tallos más delgados y que suelen encontrarse en los bordes de las acequias: Equisetum arvense y E.ramosissimum. Equisetum arvense posee tallos fértiles y estériles diferenciados, como en E.telmateia, del que parece ser una versión a escala menor. Por el contrario E.ramosissimum posee tallos fértiles y estériles similares, verdes, largos y ramificados y ramificados irregularmente.
Los tallos verdes del equiseto se utilizan en herboristería como diuréticos. El orden de las equisetales se remonta al período Devónico (¡380 millones de años!). Se encuentran sus fósiles a lo largo del tiempo hasta la actualidad, cuando sólo permanece vivo el género Equisetum. Durante el período Carbonífero algunas equisetales alcanzaron proporciones arbóreas y constituyeron bosques.
[fotos Jordi Badia (1ª, 2ª, 3ª, 4ª, 5ª y 7ª) y Xavier Busquet (6ª)]