El grillotopo o alacrán cebollero (Gryllotalpa sp.) es un grillo inconfundible por sus potentes patas delanteras modificadas como las de un topo (foto 3ª), que le permiten excavar galerías profundas en el suelo húmedo donde desarrolla su ciclo vital y que le han dado el nombre en muchas lenguas, incluso en latín (Grillo = grillo y talpa = topo).
Pertenece a la familia grillotálpidos, cercana a los gríllidos en la que se incluye el grillo de campo (Gryllus campestris). Su cuerpo está perfectamente adaptado a la vida bajo tierra. Tiene aspecto aterciopelado, recubierto de finísimos pelos que repelen el agua.
Aunque es un insecto frecuente en la comarca del Bages, su observación no es fácil por sus hábitos nocturnos y por el hecho de vivir enterrado, aunque a veces abandona el medio terrestre para volar. También se desplaza corriendo con relativa rapidez. Ver, en la secuencia de imágenes a la izquierda, como el grillotopo se esconde bajo tierra.
Se alimenta sobre todo de insectos y sus larvas, de gusanos y de raíces. Parece ser que su nocividad para los cultivos se ha sobrevalorado, pues sólo se alimenta de raíces de forma esporádica. En las noches de primavera y verano puede oírse la estridulación ruidosa que emiten los machos desde la entrada de sus galerías.
Parece ser que existen en Cataluña 4 especies de Gryllotalpa que durante años se han tomado por una única especie, el grillotopo (Gryllotalpa gryllotalpa). G. vineae y G.gryllotalpa son las especies más probables en la comarca de Bages y a la vez son muy parecidas morfológicamente. La característica discriminatoria más clara es la estridulación de los machos, más intensa y estridente en G.vineae. Gracias a las grabaciones anexas de la estridulación, podemos confirmar la presencia de G.vineae, el grillotopo de viña, en la comarca de Bages.
[fotos Amadeu Ricart (1ª y galería izquierda) y Oriol Oms (2ª y 3ª), grabación de sonidos Aina Sallés]