La hierba cupido (Catananche caerulea) es una hierba perenne de la familia de las compuestas que vive en los prados, en especial en los de junquillo falso.
En primavera, en tiempo de esplendor de los prados mediterráneos, con sólo su roseta basal de hojas casi lineares y sus tallos discretos, con pocas hojas, la hierba cupido pasa desapercibida. En cambio a principios de verano, cuando los prados ya abrumados por el sol muestran un aspecto general mustio, la hierba cupido, en plenitud, eleva aquí y allá sus capítulos solitarios de color azul-violeta que salpican de color vivo el fondo de hierba amarillenta. La hierba cupido toma pues el relevo al junquillo falso en el toque de azul en el prado mediterráneo. Al contrario que los tallos, los capítulos de la hierba cupido son vistosos, de hasta 3 cm de diámetro, y muy característicos. El involucro está constituido por brácteas escariosas, apergaminadas y translúcidas, de forma oval y con un nervio central de color marrón oscuro, opaco, que se prolonga en una punta aguda (foto 3ª). Las flores son todas liguladas, azul violeta o raramente blanquecinas, con lígulas anchas con el extremo dentado, mayores -hasta 2 cm de longitud- cuanto más al exterior del capítulo se encuentran.
La hierba cupido, con el número 1105, ostenta el honor de cerrar la flora de la comarca, de Pius Font i Quer (Ensayo fitotopográfico de Bages, 1914). Font i Quer registró por tanto 1105 especies de plantas vasculares espontáneas en la comarca de Bages, en el estudio por el que consiguió el doctorado.
[fotos Jordi Badia (1ª y 2ª) y Marta Queralt López Salvans (3ª)]