El hinojo (Foeniculum vulgare ssp. piperitum) es una hierba perenne, alta (0,5-2,5 m) y de raíz profunda, que pertenece a la familia umbelíferas. Se reconoce por sus grandes hojas compuestas repetidamente divididas en segmentos muy estrechos (lacinias). Esta particularidad hace que la planta parezca una cabellera en primavera, cuando tiene forma de roseta sin los tallos floríferos (foto 2ª). Las hojas de estos tallos tienen el pecíolo dilatado en una amplia vaina que constituye la mayor parte de las hojas superiores.
Las pequeñas flores amarillas forman parte de umbelas compuestas (umbelas de umbélulas, foto 4ª). Tanto las umbelas como las umbélulas tienen de 12 a 30 radios de longitud desigual. Florece de junio a noviembre y, después de fructificar, su parte aérea se seca. Los frutos, que miden 4-5 mm de largo, son secos y ovoides y, en la superficie, tienen 10 resaltes (costas o costillas) en cada uno de los dos mericarpos. Los mericarpos son las partes en que se separa el fruto maduro. Los frutos de las umbelíferas están formados siempre por dos mericarpos.
El hinojo huele a anís y se utiliza como planta aromática. Cuando es tierno se puede poner en las ensaladas y sus semillas, que tienen un sabor irritante y picante, se utilizan para aromatizar algunos licores. Existe una subespecie cultivada de hinojo (Foeniculum vulgare ssp. vulgare), que normalmente es bienal.
çEl hinojo es una planta mediterránea que abunda en el Bages, donde crece en los lastonares y en los herbazales, sobre suelos profundos y ricos en nutrientes.