Hormiga león

Myrmeleon formicarius

La hormiga león (Myrmeleon formicarius) es un insecto del orden neurópteros, que incluye también a los ascaláfidos y las crisopas.

Los adultos de hormiga león son completamente distintos de las larvas. El adulto, en las imágenes 1ª y 2ª, se caracteriza por un abdomen largo y estrecho, y por sus dos pares de alas hialinas, grandes y aún más largas que el abdomen. Otras especies tienen manchas marrones sobre estas alas. Las antenas notorias y terminadas en maza y la posición de las alas en reposo envolviendo el abdomen diferencian claramente la hormiga león de las libélulas. El adulto tiene costumbres crepusculares; vuela en verano en terrenos secos a la búsqueda y captura de pulgones. Existe una sola generación anual de adultos.

La larva posee un color marrón discreto; no tiene alas, pero sí unas mandíbulas potentes. El abdomen de la larva es corto y robusto. Vive en terrenos arenosos resguardados de la lluvia, donde excava su nido en forma de volcán en el que se entierra cabeza arriba con las mandíbulas preparadas para atrapar cualquier insecto que caiga en la trampa. Inyecta veneno paralizante a la víctima y la digiere exteriormente La hormiga león vive en este estadio larval, del cual toma el nombre, durante dos años. Pasa después por el estadio de crisálida dentro de un capullo y finalmente emerge el adulto alado.

Las imágenes 3ª y 4ª muestran las trampas de captura de las larvas de hormiga león, probablemente construidas por la especie Myrmeleon formicarius.

[fotos Marta Queralt López Salvans (1ª), Jordi Badia (2ª) y Florenci Vallès (3ª y 4ª)]