El jaguarzo morisco (Cistus salviifolius) es un arbusto bajo perteneciente a la familia cistáceas, propio de los estepares de las tierras bajas en suelo silíceo. En la comarca de Bages, en donde el invierno puede ser realmente frío y las rocas son sedimentarias carbonatadas, el jaguarzo morisco está distribuido por la mitad sur, aunque sin ser abundante ni conseguir competir con el romero omnipresente. Se encuentra preferentemente en los suelos descarbonatados de las lomas donde convive con la jara blanca (Cistus albidus) y sobre las arenas aportadas por ríos y riachuelos en los valles.
El jaguarzo morisco posee hojas con un pecíolo corto y limbo ovado o elíptico, de 4×2 cm, grueso, verde intenso i con una nerviación secundaria reticulada, grabada profundamente, que le da aspecto rugoso. En mayo y junio saca flores de unos 4 cm de diámetro, mayores que las del jaguarzo negro (Cistus monspeliensis), con 5 pétalos blancos, algo superpuestos a causa de su gran tamaño, que enmarcan un haz de estambres amarillos.
[fotos Jordi Badia]