El junco (Juncus inflexus [= J.glaucus]) tiene un tamaño mediano, entre el del junco común (Scirpus holoschoenus) y el agudo (J.acutus) mayores, y el del junquillo articulado (J.articulatus) y del junquillo negral (Schoenus nigricans) menores. La inflorescencia sale en posición aparentemente lateral, ya que una larga bráctea continúa el tallo. Consta de numerosas flores poco densas y que no se agrupan en glomérulos, cada una con los tépalos de color pajizo. Aunque la característica que mejor identifica a Juncus inflexus es su médula interrumpida en el interior de hojas y tallos, construida mediante septos transversales como si se tratara de una escalera de mano. Hay que cortar longitudinalmente un tallo para verlo (foto 5ª).
Juncus inflexus es un frecuente en los juncales, márgenes de arroyos y suelos permanentemente inundados de la comarca de Bages, siempre que el agua sea verdaderamente dulce, sin afectación de salinidad por los residuos de la minería de potasa.
[fotos Jordi Badia (1ª, 2ª, 4ª y 5ª) y MArta Queralt López Salvans (3ª)]