La lagartija parda, lagartija iberoprovenzal o lagartija común (Podarcis liolepis) es la lagartija por excelencia que a menudo vemos tomando el sol entre las piedras, la más frecuente en las comarcas de Bages y Moianès. Posee un cuerpo esbelto de unos 6,5 cm, con la cola de longitud casi doble que la del cuerpo. El patrón de coloración es variable entre individuos y poblaciones; en la parte ventral dominan los tonos claros mientras que en la dorsal dominan el gris y el pardo adecuados para el camuflaje, con líneas poco continuas oscuras en el dorso y claras y más continuas en los laterales.
Las zonas rocosas y soleadas son el hábitat idóneo de la lagartija parda, que no rehúye tampoco otros lugares de las áreas poco frías donde encuentre rendijas y escondrijos donde refugiarse rápidamente. Se encuentra tanto en el macizo de Montserrat como en los romerales, en las paredes de piedra seca y en los patios y jardines urbanos. Se alimenta de insectos y otros pequeños invertebrados. A su vez, la lagartija parda es una presa de otros reptiles mayores que ella, de lechuzas, de la gaviota patiamarilla, de los gatos y de muchos otros depredadores.
La lagartija parda se distribuye por las comarcas de Bages y Moianès enteras. En cambio, la lagartija roquera (Podarcis muralis), una especie muy parecida, sólo se encuentra en la parte norte del Bages y en el Moianès. La lagartija parda se distingue de la roquera por ser más esbelta, por su menor tamaño, por su cabeza en posición baja con relación al cuerpo y por el hocico largo. Normalmente, la lagartija parda muestra líneas laterales claras bien perfiladas y es, en conjunto, de color más claro que la roquera, aunque la coloración es un carácter poco fiable.
La lagartija parda forma parte del grupo que, hasta hace unas décadas, se había denominado lagartija ibérica o lagartija común y considerado como especie única (Podarcis hispanica [= P.hispanicus]). En base a estudios genéticos, de este grupo se ha escindido como especie propia P.liolepis, que se distribuye por el noreste de la península ibérica y la Provenza, en Francia, y que se ha convenido en denominar en español lagartija parda o lagartija iberoprovenzal.
[fotos Jordi Badia]