La langosta verde punteada (Leptophyes punctatissima) pertenece a la familia Tettigoniidae del suborden ensíferos, el grupo de las langostas de antenas larguísimas.
Como su nombre indica, posee el cuerpo verde, abombado como el de una somareta o pepe grillo, aunque menor, de unos 15 mm de longitud sin contar el oviscapto de las hembras ni sus antenas, repleto de un punteado fino de color caoba oscuro. El color verde dominante se combina con un tono rojizo cárnico distribuido en los ojos, en la base de las antenas, en las tibias y los tarsos de las patas pero no en los fémures que se mantienen verdes, en los cercos del final del abdomen, en el dorso del abdomen formando una línea longitudinal estrecha en las hembras que se transforma en franja ancha en los machos y en dos franjas transversales en los márgenes dorsales del pronoto, también anchas en los machos y finas en las hembras. Además, una línea blanca atraviesa longitudinalmente los lados del pronoto y sigue por la cara hasta el ojo. Las alas son cortas y atrofiadas; no sirven para volar. Las antenas finas doblan la longitud del cuerpo.
Aparte de la coloración, machos y hembras también se distinguen claramente por los órganos sexuales. Ambos sexos poseen cercos en la punta del abdomen, pero son mayores y más curvados en los machos, mientras que las hembras lucen entre los cercos un largo oviscapto, como un sable, que utilizan en la puesta. La imagen muestra un ejemplar hembra.
Por su pequeño tamaño y por las alas vestigiales, el adulto de langosta verde punteada parece ser el joven de otra especie mayor, aunque la longitud de su oviscapto prueba que se trata de un adulto.
La langosta verde punteada vive en los prados frescos montanos, alimentándose de hierbas. Se encuentra a menudo sobre las flores. En la imagen, una hembra de langosta vede punteada se encuentra sobre una inflorescencia de milenrama (Achillea millefolium). Los adultos se observan en verano.
En las comarcas de Bages y de Moianès, la langosta verde punteada debe ser más frecuente o exclusiva de las tierras más altas en las que los prados mantienen la hierba verde en verano.
[foto Jordi Badia]