




Onychogomphus forcipatus es una libélula del suborden anisópteros, bellamente coloreada de amarillo verdoso y negro combinados con el azul de sus grandes ojos. Mide unos 45 mm. En visión dorsal, el patrón de colores pinta sobre el tórax dos celdas en forma vagamente elipsoidal, simétricas a uno y otro lado, con margen negro grueso e interior amarillo-verde. Estas celdas cerradas permiten distinguir Onychogomphus forcipatus de O.uncatus que en esta misma posición muestra dos formas de letra L reflejadas, formadas por la unión de la celda elipsoidal con la franja transversal situada detrás de los ojos. Los segmentos abdominales de O.forcipatus comienzan de color amarillo-verde y terminan negros. Las alas tienen un pterostigma negro. También son negras las patas, salvo la 1ª mitad de los fémures que mantiene el amarillo-verde.
A diferencia de otras especies de libélula, O.forcipatus tiene poco dimorfismo sexual; machos y hembras no se diferencian por la coloración, sino por la forma de sus respectivos extremos abdominales. Los machos -fotos 1ª, 3ª, 4ª y 5ª- tienen el extremo abdominal terminado en un par de apéndices curvados como una pinza, con las dos puntas tocándose; en cambio, las hembras -foto 2ª- tienen apéndices paralelos y más cortos.
Las larvas de O.forcipatus viven en cursos de agua con fondos rocosos o de guijarros, un hábitat que encuentran principalmente en los arroyos del suroeste de la comarca de Bages que circulan sobre roca eocénica marina, como son el arroyo de Mura y el río Calders.
[fotos Jordi Badia (1ª, 4ª y 5ª), Florenci Vallès (2ª) y Ramon Solà (3ª)]