La madreselva (Lonicera japonica) es un arbusto con ramas débiles, lianoide, que suele formar masas lujuriantes por encima de los 2 metros de altura. Como su nombre indica, se trata de una especie originaria de Japón. Es muy plantada en jardines europeos por su valor ornamental, tanto en estado vegetativo como en floración, principalmente para embellecer setos. Igual como en otras comarcas catalanas, actualmente la madreselva se encuentra también naturalizada en bosques de ribera y en los zarzales húmedos del Pla de Bages.
La madreselva muestra el porte de las madreselvas autóctonas (L.implexa, L.etrusca), aunque a mayor escala. Los tallos jóvenes son rojizos y pubescentes. Las hojas tienen un pecíolo no más largo de 1 cm y un limbo ovado de aproximadamente 5×2 cm, margen entero y punta aguda. Casi siempre existen algunos pelos en la superficie o cilios en el margen. A pesar de ser algo coriáceas y de su verde intenso, estas hojas son semicaducifolias. Se disponen por pares perfectamente opuestos. En la axila de las hojas nace un pedúnculo floral corto que lleva un par de hojas más pequeñas o brácteas y el par correspondiente de flores. Las flores poseen corola tubular hirsuta en su cara exterior, de color blanco amarillento, de unos 3-5 cm de longitud y abiertas en dos labios desiguales, el superior más ancho y terminado en 3 o 4 lóbulos, el inferior en uno solo. Del interior del tubo o sobresalen los estambres y el pistilo. Estas flores son abundantes y perfumadas con un olor dulce e intenso, imposible ignorarlo.
Un largo seto de madreselva periódicamente recortada delimita el perímetro del extenso aparcamiento del hipermercado Carrefour en la zona comercial Els Trullols, en Manresa. En la población vecina de Sant Joan de Vilatorrada -por citar igualmente una localidad donde la madreselva está naturalizada-, vive a plena libertad en el arroyo de Les Torres.