El mosquito tigre (Aedes albopictus) es un mosquito perteneciente a la familia Culicidae que alcanza 6-10 mm de longitud, con patas muy largas, las del tercer par claramente curvadas hacia arriba. Su color es negro contrastado con pinceladas blancas dispuestas en franjas transversales en el abdomen y en las patas, y en manchas en el tórax. Si sumamos su agresividad a las franjas blancas y negras, el nombre de mosquito tigre es muy adecuado; si nos fijamos únicamente en su aspecto, el nombre de mosquito cebra sería más acertado. La presencia de una sola línea longitudinal blanca en el eje dorsal del tórax, visible en la foto 3ª, discrimina al mosquito tigre, Aedes albopictus, de otras especies similares del mismo género. Los mosquitos del género Aedes adoptan una posición oblicua con relación a la superficie, mientras que los del género Culex, entre los que se incluye el mosquito común Culex pipiens, suelen posarse en posición paralela. La foto 3ª muestra un individuo hembra con el abdomen hinchado de sangre tras haber picado.
El mosquito tigre es originario de las selvas del sureste asiático, pero recientemente se ha expandido en áreas urbanas del resto del mundo. Su llegada a Cataluña está documentada en el año 2004. Desde entonces se ha expandido progresivamente, a pesar de los esfuerzos para su erradicación. El mosquito tigre lleva ya años presente en la comarca de Bages, por lo menos en la ciudad de Manresa y las demás poblaciones del Pla de Bages, preferentemente en los barrios más ajardinados.
El mosquito tigre hembra pega los huevos en superficies húmedas susceptibles de quedar llenas de agua estancada, como platos bajo tiestos, tubos horizontales, recipientes al aire libre, desagües, cloacas, charcos o lavaderos. En pocos días completa las fases de huevo, de larva que respira aire atmosférico a través de un sifón caudal que le permite vivir en aguas anóxicas, y de pupa, hasta emerger del agua en fase adulta.
Las hembras de los mosquitos de la familia Culicidae, entre las que se encuentra el mosquito tigre, y las de la subfamilia Phlebotominae pican por medo de la probóscide parecida a una aguja hipodérmica y se alimentan de sangre. El mosquito tigre prefiere la sangre humana. Su picadura causa inflamación y picor persistentes. A diferencia de otras especies de mosquito, el mosquito tigre puede estar activo a cualquier hora del día y de la noche. Los mosquitos del género Aedes, como es el caso de A.albopictus, pueden ser vectores de enfermedades víricas. Se ha comprobado la capacidad de transmisión a través de mosquitos del género Aedes de la fiebre amarilla, del dengue, del chicungunya y del virus de Zika. Además de ser muy molesto por las picaduras, el mosquito tigre sería un riesgo sanitario importante si llegara también alguno de los virus mencionados; el propio mosquito tigre lo facilita.
Se controla la población de mosquito tigre evitando el agua estancada en cualquier recipiente cerca de lugares habitados, instalando mosquiteras en las ventanas y con el uso de insecticidas domésticos.
[fotos Jordi Badia]