Los murajes (Anagallis arvensis) son una hierba anual pequeña y vistosa por sus flores de simetría radiada con 5 pétalos ovados, de color azul intenso o bien de cobre, muy abiertos y algo soldados por la corona central. De este centro se levanta un ramillete de estambres con filamentos pilosos y anteras amarillas, y un pistilo. Debajo se encuentran 5 sépalos estrechos intercalados con los pétalos. Los tallos, de un máximo de 30 cm, poseen hojas sésiles de limbo oval, opuestas por pares. De la axila de las hojas superiores nace un pedúnculo solitario, largo y delgado, con la flor.
Unos años atrás los murajes de clasificaban en la familia primuláceas. Actualmente un grupo de ex-primuláceas, entre las que se encuentran los géneros Anagallis y Lysimachia, se considera familia mirsináceas.
Los murajes viven en tierras de cultivo, en céspedes de parques y en solares vacíos de las ciudades. Es una planta común y muy cosmopolita que se encuentra en flor durante casi todo el año, exceptuando solo los meses más fríos. Se distinguen formas subespecíficas. En la comarca de Bages deben coexistir A.arvensis ssp.caerulea, con corola siempre azul formada por pétalos relativamente estrechos, y A.arvensis ssp.arvensis, con corola indistintamente azul o rojiza y pétalos más anchos, a menudo algo superpuestos.
[fotos Jordi Badia (1ª) y Montserrat Porta (2ª)]