Niphona picticornis es un escarabajo cerambícido -los denominados en conjunto capricornios en español- de unos 15 mm de longitud por 5 mm de ancho, con cuerpo compacto, no tan esbelto como otros cerambícidos. Su color es un marrón heterogéneo con manchas blanquecinas poco definidas, particularmente dos franjas transversales anchas en zigzag en los élitros, numerosas manchas o franjas en las antenas y algunas más en las patas. Posee también puntos negros en disposición aparentemente al azar. Además, algunas partes blandas del cuerpo presentan pilosidad corta. Su aspecto en conjunto es el de un material envejecido que resulta críptico cuando el ejemplar está en el suelo (foto 3ª) o en la corteza de un tronco.
La cabeza, el pronoto y los élitros tienen casi la misma anchura dejando poco espacio para articularse entre ellos, con lo que resulta un diseño integrado. La cabeza es rectangular, más ancha que larga, con superficie rugosa y antenas gruesas, algo más largas que la longitud del cuerpo y que deben entorpecer la visión de sus ojos negros. El pronoto tiene forma de trapecio y sigue siendo rugoso. Los élitros dejan un escudete semicircular y terminan en forma obtusa. Las patas son gruesas.
Las larvas de Niphona picticornis son unos gusanos blancos y blandos que viven en el interior de troncos y ramas de muchas especies de árboles y arbustos, alimentándose de la madera y del tejido vivo bajo la corteza, entre los que ciertamente están la higuera, los frutales del género Prunus y el lentisco, y con toda probabilidad otros. Su ciclo vital parece durar 2 años.
Niphona picticornis es una especie mediterránea. Aparentemente, su distribución en la península Ibérica se aleja poco del litoral mediterráneo.
[fotos Montserrat Porta]